
Justo en el momento que empezaba a sospechar que la ilusión me abandono sin avisar; Justo en el instante en que empezaba a olvidar a atreverme a imaginar a inventar. Apareces tú y me das la mano, y sin mirarme te acercas a mi lado, y despacito me dices susurrando que escuche tu voz.
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